06/03/10 - Teatro: Mágica (Prociuk)
Cuando una idea es buena puede ser aprovechada en multiplicidad de situaciones. Si la película “Ghost (la sombra del amor)” demostró que se podía hablar de una cierta vida en el más allá (con incidencias en el más acá) de forma verosímil, la obra de teatro “Mágica” (dramaturgia y dirección de William Prociuk), reestrenada este sábado en el Teatro La Tertulia, demuestra que también se puede hacer teatro con eso.
Una trama bien pensada, bien escrita, bien ejecutada y magistralmente actuada es, sin lugar a dudas, uno de los principales atractivos de una obra que tiene muchos. Como las actuaciones, por un lado, las situaciones hilarantes por otro y, por si fuera poco, momentos de hondo dramatismo con picos de tensión que tienen sobrecogido y admirado al espectador durante los 85 minutos que dura la función. ¿Qué más se le puede pedir a una obra de teatro? Bien ambientada y excelentemente musicalizada, “Mágica” merece funciones a sala llena todo el tiempo y es lo que sin duda logrará, ya que apelando a un imaginario porteño y urbano, apenas enrarecido por la presencia de un “guía espiritual” bastante poco espiritual, la obra toca fibras muy caras al espectador.
La terrible soledad, los claros desórdenes psíquicos y el variable humor de Carlos (Marcelo Pozzi) contrastan con la ingenuidad y el candor de Lucía (Victoria Mamolitti), su futura víctima y próxima “sombra del amor”; el amor desordenado de Ana (Natalia Salmoral), hermana de Carlos, por Marcos, un típico policía, con todas las taras y los tics propios del oficio, estupendamente actuado por Ezequiel Rodríguez, casado a su vez con Inés (Lucrecia Oviedo), termina desencadenando buena parte de la tragedia. El liderazgo espiritual ejercido con gran autoridad por el gurú Joaquín (Julián Calviño) contrasta a su vez con la buena voluntad y la gran torpeza de Negroni (José Formento), el compañero policía de Marcos, presunto autor “intelectual” del hecho. A todo este entramado de personajes tan bien urdido se le suma, hacia el final, Norman (Eduardo Iácono), padre de Lucía, suerte de deus ex machina o bien mensajero del destino que viene a recordarles, cuando ya todos han rehecho sus vidas y han dejado atrás, en apariencia, a Lucía y su “ghost” que si bien pueden haberse “salvado” y zafado de ir a la cárcel, están todos condenados a un castigo mucho mayor: no poder olvidarse jamás de la muerte (“me mataron sin querer”) de Lucía y tener que vivir con ello para siempre.
Escenas de antología: cuando Carlos mata, sin razón aparente y luego de un perverso juego con un arma aparentemente descargada, a Lucía; cuando, entre todos y con las narices tapadas con algodones, deciden deshacerse del cuerpo de Lucía, que ya comienza a heder, envolviéndolo en una frazada tras haber resuelto con ella misma, con su fantasma, que el mejor modo de hacerlo era ese (y además hacerlo en medio de una marcha del silencio por la pronta aparición de la propia Lucía); cuando, algún tiempo después, aparece en escena el padre de Lucía y todo el drama vuelve a caer sobre sus cabezas recordándoles y recordándonos que el destino siempre nos encuentra, por más que nos escondamos, corramos o huyamos en las formas más increíbles.
En suma, “Mágica” es una comedia negra que propone no sólo carcajadas a mandíbula batiente sino también momentos de profundo dolor y pesar, magníficamente dosificados, con actuaciones memorables y con un texto a prueba de balas.
"Mágica", 2ª temporada
Sábados 23 horas
Teatro La Tertulia
Gallo 826
Reservas: 6327-0303
Entrada: 35 pesos (est. y jub. 25 pesos)
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