07/10/09 - Música: Jerónimo Saer, Javier Malosetti y Tremor (La Trastienda)
Ayer por la noche el artista franco-argentino Jerónimo Saer (hijo del reconocido escritor argentino radicado en Francia Juan José Saer) brindó el primer recital de su gira nacional, acompañado por los músicos Javier Malosetti y Tremor (Leonardo Castellani).
En el bello recinto de La Trastienda, unos minutos antes de las 21:30, las luces se apagaron y extraños sonidos inundaron el lugar. Una voz femenina, sampleada y sintetizada, repetía “Llegó la novedad, llegó la novedad…” y no se equivocaba: como un verdadero deus ex machina, se vio la figura, vestida de negro y con un sombrero de ala estilo Dick Tracy, de Jerónimo Saer rodeado de máquinas e instrumentos. La extrañeza continuó cuando comenzó a rappear en francés —pero también en un castellano afrancesado— y luego que el código se hubo establecido (sí, la cosa iba a ser así: un músico y cantante rodeado de máquinas y rappeando y, al parecer, nada más) la extrañeza se convirtió en el más puro deleite sonoro.
Con una trayectoria consolidada en la escena hip hop-funk francesa (integró bandas como Departement E, Foxaphonk y La Rime Team) y un disco solista en su haber (“Machine gum”, editado primeramente en Argentina por el sello Los Años Luz en 2007, y ampliado y reeditado por Stereofiction en noviembre del 2008), el despliegue sonoro de que hace gala Saer sorprende por su variedad, coloratura y frescura. Lejos de la música electrónica convencional, Saer apuesta en grande al mestizaje y la texturización, se entrega a la angustia de las influencias y mezcla sonidos y estilos disímiles, para devolvernos poderosísimas bases de drum n’ bass disparadas desde su PC portable a las que se le van sumando, en diferentes capas, sonidos generados por samplers y secuenciadores, a los que, a su vez, les imprime efectos in vivo y les superpone su propia voz.
Pero no todo son máquinas en la música saeriana: hay lugar también para los pequeños instrumentos que suman una nueva textura, sutil, delicada, en un estallido tonal donde no se le teme, ni por un segundo, a la saturación ni a la sobreexposición. Instrumentos como armónica, pandereta, cornetines y otros elementos de percusión acompañan el mix de “tango, groove cinemático, rock más hip hop-funk electro” (según lo definió la revista Openmag) de Saer.
Pero todo no son máquinas en la música saeriana, bis: promediando el show hicieron su aparición los músicos Javier Malosetti y Tremor (Leonardo Castellani), quienes se acoplaron a la propuesta de Saer con una gran perfección (tan así fue que el mismo Saer comentó “hay equipo acá, eh? hay equipo”) y pusieron toda su destreza y versatilidad musical para potenciar aún más un universo musical definitivamente rico y poderoso. El primer tema ejecutado por el trío fue un tango electrónico funkeado de dulce cadencia, que a su vez fue bailado por una excelente pareja de bailarines. Imposible no reconocer por allí un aire a Bajo Fondo, pero vale también destacar la nota de extrañeza y singularidad que le otorgaba cada músico con su instrumento. Más adelante, Leonardo Castellani dejó la guitarra y se calzó el bombo legüero, y más tarde tocó también la batería.
Esta cronista no pudo dejar de pensar, al ver a Saer rodeado de sus máquinas (las cuales pueden ser muy traicioneras también: hilarante fue el momento en que el escenario quedó completamente a oscuras al comienzo de un tema y Jerónimo exclamó, desesperado: “¡Ay, no veo el botón!”) en la famosa reyerta que años atrás sostuviera el maestro Pappo con DJ Deró, respecto de lo que era —o no era— “tocar” música… ¿Es posible seguir sosteniendo hoy día que sólo se toca música con instrumentos tradicionales cuando la música electrónica, la música por computadora, la música electroacústica o como queramos llamarla, ha avanzado tanto? ¿Es posible seguir pensando que los sonidos pueden provenir sólo de instrumentos tradicionales después de los experimentos sonoros de un John Cage, por citar sólo un ejemplo? Pareciera ser claramente que no, aunque cueste acostumbrarse, y la música de Saer viene a corroborarlo con gran belleza.
Así, lo que había empezado con cierta reticencia, como viendo de qué se trataba, terminó con la gente bailando entre las mesas y con ganas de que hubiera Jerónimo Saer para rato.
Afortunados entonces quienes puedan ir a verlo en las próximas fechas de su gira, que se detallan a continuación:
Mendoza/ Domingo 11 de octubre / junto a Fauna
Córdoba/ Miércoles 14 de octubre / junto a Third World Orchestra, Gustavo Lorenzatti y Fernando Caballero, en el Paseo del Buen Pastor a las 20.30 hs.
Rosario/ Sábado 17 de octubre / junto a Psycho Project, en el Parque España
En Uruguay:
Montevideo/ Martes 20 de octubre / Solo Set en la sala Zavala Muñiz del Teatro Solis a las 20hs.
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