sábado, 12 de septiembre de 2009

LA MAGIA DEL GUITAR CRAFT

27/08/09 - Música: Círculo de Guitarras de Buenos Aires (Templum)


Quien desee escuchar algo diferente, musicalmente hablando, hará muy bien en ir a la próxima presentación del Círculo de Guitarras de Buenos Aires, si no tuvo la suerte, como esta cronista, de asistir a su última presentación en Templum el jueves 27 de agosto. 
El Círculo de Guitarras de Buenos Aires es una agrupación de guitarristas acústicos que se formó en 1994, como el capítulo local de un movimiento musical más grande, iniciado en 1986 por el guitarrista y compositor Robert Fripp, el legendario líder (aunque él no guste de ser llamado así) de King Crimson. Fripp, desde siempre un innovador, no sólo fundó un nuevo concepto musical (el llamado “guitar craft”) sino que también implementó una nueva afinación para dicho instrumento, a través de la cual se consigue simplificar mucho las cosas para los ejecutantes, así como también un sonido muy particular, más “afilado” y que permite registros más amplios, tanto graves como agudos. 
Los alumnos de guitar craft de todo el mundo, con sus guitarras acústicas con cuerdas de acero afinadas según la Nueva Afinación Standard (o “New Standard Tunning” en inglés), se nuclean en The League of Crafty Guitarrists, una mega-agrupación musical que ya ha visitado nuestro país en numerosas ocasiones, siempre con Fripp a la cabeza. A su vez, muchos de ellos conforman los distintos “círculos” que hay por el mundo, como el de París, Nueva York, Seattle y Barcelona. En nuestro país, además del de Buenos Aires, existen los círculos de Mendoza y de Rosario. Otras bandas cultoras de guitar craft argentinas son la ya mítica Los Gauchos Alemanes, el guitarrista Fernando Kabusaki, Zum y Big Time (trío conformado por dos de los integrantes del CGBA, Claudio Lafalce y Horacio Pozzo). 
El número de integrantes es, como nos comentaron los músicos en un mini-reportaje al terminar el show, variable. En este momento está conformado como sexteto, pero “a principios del año pasado era un noneto. Más o menos la formación va variando de acuerdo a las posibilidades, los proyectos personales y las performances de los integrantes. Y llegamos a ser, en el show más grande que yo recuerdo, veintitrés guitarristas en escena, acá en Templum”. 
El show del último jueves comenzó con una “circulación”: la circulación es algo así como el “pase” de una nota de uno a otro músico, completando el semicírculo en el que todos se disponen en el escenario. Es decir, si la primera nota arranca en el músico que está ubicado en el extremo derecho, éste se la “pasará” a quien esté inmediatamente a su lado y así hasta completar la vuelta. Esta forma de tocar requiere de una gran concentración y compenetración de unos músicos con otros: el ambiente intimista y recoleto de Templum es el ideal para poder apreciar esta dinámica grupal bien de cerca. Basta observar con atención cómo los músicos dialogan no sólo a través de las notas sino también a través de los gestos y las señas que se hacen unos a otros. 
Luego, el repertorio, que siempre es amplio y variado en cualquier agrupación de guitar craft, ya que la NST permite afrontar cualquier estilo musical con una facilidad mayor que la afinación tradicional, incluyó piezas originales del CGBA, piezas de Fripp, desde luego, y piezas de Piazzolla, Beatles, Bach, Big Time, Frank Zappa (para emoción y delirio de quien esto escribe), temas de película (de “Good-bye Lenin”, específicamente) y una deliciosa versión de un hit de los setenta (reeditado en los ochenta) como “I’m your Venus”. Como los mismos músicos aseveraron, “hacemos de todo un poco, también depende de la época y del arreglo y de la cantidad de personas que seamos, pero puede ir variando”. Vale destacar la absoluta calidez del show, la perfecta dosificación de diferentes ritmos y estilos, la pausada y armónica dulzura de las circulaciones y la grata experiencia que significa ver, al fin, algo distinto, algo que realmente se destaca y que vale la pena ver cuantas veces sea posible. Si bien el CGBA no aspira a la masividad, y su propuesta no pasa precisamente por allí, tienen el buen tino de no aspirar tampoco al elitismo absurdo, de no encerrarse en un cenáculo de “entendidos” y de mantenerse al margen de las bizantinas discusiones acerca de si este tipo de expresiones musicales son sólo aptas para “músicos” o para melómanos. El CGBA es una invitación a la magia del guitar craft y, por sobre todo, un maravilloso convite al disfrute musical que cualquiera puede apreciar.
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1 comentario:

amgl dijo...

buena nota amigos
como integrante de todas las
otras formaciones del circulo
felicitaciones

www.miniacialejandro.com.ar